tag:blogger.com,1999:blog-87876499333809817502024-02-20T12:20:32.648-08:00buscando (sex...) amorsexualidad y otros sentimientosEfehttp://www.blogger.com/profile/07932636809878536260noreply@blogger.comBlogger9125truetag:blogger.com,1999:blog-8787649933380981750.post-21431918098794230602012-09-20T12:59:00.004-07:002012-09-20T13:01:18.991-07:00sesenta y dos<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Arial Narrow';">Dos años dices que hace que nos conocemos,
yo sinceramente no sabría decirte. Por lo visto hablamos por teléfono, la
segunda vez que escuché tu voz me encantó, y me tuviste que recordar que ya la
había escuchado, esta memoria otra vez. A lo largo de este tiempo no han sido
pocos los intentos de encontrarnos pero la geografía y la moral se unieron para
impedirlo. Al final, excusas, porque en el fondo todos tenemos la doble moral
de “quiero estar contigo, ven a verme” y el orgullo de “si quieres verme, ven tú”.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial Narrow";">Nunca te hice demasiado caso porque estabas
lejos y no iba a ir “hasta allí” para un simple encuentro, por mucho que me
apeteciese. Tú tampoco ibas a venir, supongo que por la misma razón, entonces
me lo tomé todo como un juego. Después durante un tiempo hablamos más y me caíste
cada vez mejor, pero seguía pensando que no iba a ir “hasta allí”. Luego te fui
conociendo físicamente y me encantaste y entonces empecé con mis cosas, con
estas cosas que me impiden dejarme llevar, estas cosas que me hacen no entender
el interés que alguien como tú puede tener en alguien como yo. Así el juego se
volvió cada vez más apetitoso y más irreal en mi cabeza. Más apetitoso por ti,
porque te conocía más y mejor; más irreal porque cada vez consideraba más
lejana la posibilidad de reciprocidad y el miedo al rechazo comenzaba a formar
una bola enorme dentro de mi cabeza. Pensé muy en serio ir “hasta allí” las
últimas veces que me lo propusiste, porque me apetecías demasiado, pero ¿si
decías que no? ¿si me dejabas tirada? Nunca me expondría a tal posibilidad
porque la catástrofe emocional podría ser de dimensiones descomunales.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial Narrow";">Lo cierto y verdad es que desde el principio
las ganas no han sido pocas y después de tanto tiempo, la casualidad ha querido
que nos encontremos en la misma ciudad. Tengo que reconocer y reconozco que
gracias a ti supimos de esta coincidencia. El azar jugó a nuestro favor y un
cúmulo de circunstancias nos llevaron a encontrarnos en una mañana ajetreada y
con poco tiempo disponible. En mi cabeza ganas y miedo, el mismo miedo de las
otras veces, al menos esta vez si no aparecías tan sólo me supondría unas horas
junto a un libro y un café. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial Narrow";">Te vi llegar a lo lejos, mirando distraído
los últimos mensajes que te había enviado. Coincidimos a ambos lados de un
semáforo en rojo que se me hizo eterno y por fin nos tuvimos enfrente. Tenía un
día realmente largo por delante, había dormido en casa de una amiga donde casi
no tenía ropa ni medios con los que acicalarme, iba realmente hecha un desastre
y tú lo primero que pensaste al verme fue tenerme en tu cama (yo sigo sin
entenderte). Por fin pude darte un abrazo que me devolviste acompañado de una
sonrisa que me encandiló y me hizo desearnos desnudos, aunque esta idea ya
llevaba tiempo rondándome la cabeza. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial Narrow";">Subimos esos cinco pisos de escaleras que no
hicieron más que abrir el apetito, en el tercer piso nos probamos, coincidimos
en besos y mordiscos que continuarían escalones más arriba. Estábamos al borde
de la desesperación, lo habíamos deseado tantas veces y por fin lo teníamos a
nuestro alcance, las ganas nos podían por momentos, con la misma facilidad nos
destapábamos que nos volvíamos a recomponer la ropa, ese instante había que
disfrutarlo, con calma, pero ambos sabíamos que en el fondo solo queríamos
explotar. Aun así contuvimos fuerzas e hicimos gala de todo lo que habíamos
hablado. No sin esfuerzo calmamos la locura y todo fue a pedir de boca.
Tardamos en perder la ropa, lo que contribuyó aun más al deseo y por fin no
pudiste más, sólo con las braguitas, las hiciste a un lado y te sentí, tú
ardiendo y yo empapada de placer. Sólo probaste un poco que me dejó con ganas
de más, de mucho más. El desnudo se completó y entonces todas las sensaciones
aumentaron, el calor más cerca, tú tan adentro, yo tan lasciva. Por suerte el
tiempo se pudo alargar, nos disfrutamos y sobre todo nos divertimos, al fin
pudimos jugar a tenernos. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial Narrow";">Esa misma tarde intercambiamos mensajes
sinceros y más tarde otros más prometedores. Ayer mismo, motivo que me incitó a
escribirte, encontré en tu twitter<i> "(...) guitarrista (...) lector y
escritor hambriento, filósofo vaso en mano (...)"</i> y acto seguido pensé
“no, si al final vas a ser tú”. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial Narrow";">Por el momento solo puedo decir que me
divertí como niña pequeña con juguete nuevo y que ojalá esta pequeña
coincidencia espacio-temporal se prolongue indefinidamente.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial Narrow";">Espero convertirme en “tu rincón favorito de
Madrid”. <o:p></o:p></span></div>
</div>
</div>
Efehttp://www.blogger.com/profile/07932636809878536260noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8787649933380981750.post-18537973245426996612012-07-31T15:54:00.000-07:002012-09-20T13:03:28.068-07:00cincuenta y nueve<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 10.5pt; text-align: justify;">01: o de cuando te apuntas a un plan
improvisado con amigos</span><br />
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 10.5pt;">
los planes improvisados resultan incluir buena música y sidriñas</span><span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 10.5pt;">
los chicos se marchan, las chicas se quedan</span><span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 10.5pt;">02: o de cuando “una copita y para
casa”</span><span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 10.5pt;">
te dejan sola, fumando, con él, y te das cuenta que no hace más que
mirarte el escote </span><span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 10.5pt;">
que te dice que Lola se ha quedado arriba, que sube a por ella</span><span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 10.5pt;">03: o de cuando te das cuenta de que
estás en su casa sin saber exactamente porqué</span><span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 10.5pt;">
resulta que te dice que “deja el bolso por ahí” y entonces empiezas a ser
consciente de que estás en su casa, a solas con él y te está pidiendo que te
acomodes</span><span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 10.5pt;">
te pide el número y te regala dos invitaciones para "una obrilla que
estoy haciendo ahora"</span><span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 10.5pt;">
sales temprano porque tienes obligaciones</span><span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 10.5pt;">04: o de cuando llama y confirma las
invitaciones</span><span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 10.5pt;">
te pasas un día entero con risita histérica</span><span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 10.5pt;">
te saluda en la cafetería al nombre de “princesa”</span><span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 10.5pt;">
te diviertes viéndoles actuar y casi no puedes creer haberles tenido tan
cerca</span><span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 10.5pt;">05: o de cuando te deja pasear a Lola</span><span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 10.5pt;">
pasa J a nuestro lado y “ahora os veo, chicas”</span><span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 10.5pt;">
y luego resulta que J nos hace de taxista hasta Argüelles</span><span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 10.5pt;">
sus amigos y su casa y la<span class="apple-converted-space"> </span><i>fruta</i></span><span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 10.5pt;">06: o de cuando “tortuguito” y sus
chupitos de ron y Frangélico</span><span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 10.5pt;">
baja y re-insiste</span><span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 10.5pt;">
no apetece pero re-aceptas</span><span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 10.5pt;">07: o de cuando llama y no lo coges</span><span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 10.5pt;">
pregunta por ti cuando no estás</span><span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 10.5pt;">08: o de cuando la despedida</span><span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<u1:p></u1:p>
<br />
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 10.5pt;">¡Hasta el mes que viene!</span><span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<u1:p></u1:p>
<br />
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div align="right" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: right;">
<span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 13.5pt;">A E*, a tortuguito, a los habituales, al Gres, y<span class="apple-converted-space"> </span><b>a PIN!</b><span class="apple-converted-space"> </span>por supuesto, porque sin ella Madrid
no tendría sentido. A partir de Septiembre, más y mejor, siempre. </span><span style="font-family: 'Arial Narrow'; font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
</div>
Efehttp://www.blogger.com/profile/07932636809878536260noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8787649933380981750.post-27762543138593232802012-06-30T16:32:00.001-07:002012-11-05T15:10:10.288-08:00sesenta<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><i>"Remordimientos por sinsentidos: Yo te quiero, y te quiero mucho, pero es que... cuanto más lo practico más me doy cuenta de cuánto lo necesito, y ya que tú no me lo das, porquéno buscarlo en otras personas. Y digo que lo "necesito" porque es divertido y sobre todo es sano. Llevaba semanas sin dormir, por primera vez en este tiempo tengo sueño, pero sueño de verdad, de este de quedarte dormida y abstraerte, de olvidar el mundo literalmente, y de eso hacía ya muchísimo tiempo, exactamente el mismo que llevas rondando mi cabeza."</i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Yo no se de dónde me
saco esta intuición, a veces incluso me doy miedo por tanto acierto, pero la
verdad es que me encanta que mi capacidad empática funcione. ¿Que entre en
materia? Por supuesto, descuidad que la lujuria nunca falta en mis relatos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Situación, situación…
siempre comienzo por poneros en situación pero lo cierto es que esta vez no hay
situación, esta historia no tiene antecedentes, esta historia habla de
casualidades deliciosas. Después de una noche de fiestas, desfases, amigos y a*
volviéndome loca como de costumbre, la pura casualidad quiso que no cogiese
aquel taxi, que la bolsa de patatas del “desayuno” alargase la charla con
amigos más de lo previsto y finalmente cogiésemos el metro de camino a casa
acompañados por el amanecer. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pues así, esos son
todos los antecedentes que puedo contar, porque lo demás fue un vagón de metro
en compañía de uno de mis amigos y tres desconocidos hablando de
vayaUstedASaberQué. Yo no se porqué hago estas cosas pero me metí en su
conversación, mi amigo se dormía y lo último que me apetecía era acabar en la
última parada de la línea perdida en la nada, así que me puse a hablar con los
desconocidos para no dormirme. Ni siquiera recuerdo de qué hablamos, pero mucho
no debió ser porque solo eran tres paradas, la cuestión es que se bajaban en la
misma parada que nosotros y la escasa conversación que pudimos tener derivó en
un juego de “si me invitas voy” que me acabó llevando a casa de uno de los
desconocidos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-align: left; text-indent: -18pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">-
<span dir="LTR">¿Sofá
o cama?<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-align: left; text-indent: -18pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">-
<span dir="LTR">Cama<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-align: left; text-indent: -18pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">-
<span dir="LTR">Ponte
cómoda<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Entró al baño y me
quedé observando la casa de un completo desconocido del que no sabía ni su
nombre. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">No me tomé demasiado
en serio el “ponte cómoda” y me limité a quitarme los zapatos. Entonces salió
del baño con menos ropa, así, sin más, ropa interior y camiseta negra, luz
encendida y entonces fui consciente de cómo era. Era… ay que se me estremecen
las entrañas, era muy alto y muy sexy, moreno, rapado, con barba, ojos negros,
madurito y una sonrisa que acompañaba una mirada de vicio demasiado hipnótica.
Me invitó a la cama y no me quedó más que “ponerme cómoda” (dormir con vaqueros
es una incomodidad). Me metí en la cama y luego me besó, empezó a acariciarme y
nuestras piernas se entrelazaron. Por el bien de mi estabilidad hormonal no
debería hacerlo pero no puedo evitar recrearme en esos besos, qué labios y qué
lengua y además un piercing, toda una sorpresa y cuán agradable.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">A mi compartir la
fiesta con a* ya me tenía bastante alterada, pero es que esto me estaba
sobrepasando. Creo que no he ardido más en mi vida y para alguien como yo eso
es mucho decir. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Las caricias
comenzaron a transformarse en pellizcos, bocados, suspiros ahogados y manos
desenfrenadas. La poca ropa que nos quedaba sobraba y en cuestión de segundos
adornó el suelo. Sus manos hicieron delicias y yo no podía dejar de mirarle,
mirarle fijamente a esos ojos que me devolvían miradas lascivas. Esos dedos
sabían exactamente a dónde ir, directos al blanco, casi insoportable. Siempre
he sido más de dar que de recibir, pero esta vez no pude resistirme a dejarme
hacer, todo se sentía demasiado y un chico con esos conocimientos sobre
anatomía femenina no me atrevía a desperdiciarlo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Disfruté largo rato
de sus quehaceres y acabé por incorporarme, aunque por mi habría seguido toda
la noche así. Parece ser que no soy la única que disfruta dando placer porque
cuando le encontré resultó ardiendo. Su calor me tentó y decidí estar a la
altura de sus conocimientos, merecía darle lo mejor que se y parece ser que fue
de su agrado. Juegos, posturas, risas y comentarios lascivos se prolongaron
hasta el límite soportable y entonces le quise dentro. No pudo más que aceptar
la propuesta, esponjoso, ardiendo, mojado, dilatado, le pareció apetecible y se
sirvió. “Este hombre sabe demasiado” pensé, y parece ser que a él tampoco le
disgustaba. Cambiamos y probamos posiciones a cual más placentera, los
mordiscos no cesaron y los gritos ya no se ahogaban, su mirada siempre clavada
en mi y cuando cerraba los ojos me pedía que le mirase, solo con verle, con
todo su atractivo, dedicándome esas miradas de lujuria desenfrenada,
mordiéndose el labio y moviendo su cintura dentro de la mía, me enloquecía más
todavía. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Me encontraba sobre
él con una mano “ahogando” su cuello, la otra arañándole el pecho y las suyas
pellizcando el mío, cuando su petición terminaba en mi boca. Cedí a su
propuesta y disfruté viéndole disfrutar, lascivo, vulnerable ante mi lengua. Se
cumplió su deseo y volvimos al inicio. Esta vez sus manos resbalaron más, la
temperatura había subido, la sensibilidad había aumentado y me estremecía cada
milímetro que rozaba. El placer se prolongó más tiempo del que nunca habría
imaginado, quería que el orgasmo nunca terminase, me tembló hasta el último
músculo del cuerpo, le solté alguna que otra grosería que le hicieron sonreírse
vicioso y finalmente me relajé. Quedamos tan exhaustos que el sueño no tardó en
invadirnos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Para entonces habían
pasado varias horas desde el amanecer. Dormimos profundamente un tiempo hasta
que las hormonas volvieron a despertarnos y no pudimos más que saciarnos de
nuevo. Todo continuaba húmedo y ardiente, se repitieron sensaciones similares a
las de unas horas antes y una larga conversación, una ducha y un café después
salía de aquella casa desconocida, al menos ya sabía su nombre. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">“y si, he tenido
varios orgasmos, placenteros en extremo, y no me los has dado tú, una pena,
porque no sabes los que te pierdes por no dejarme dártelos yo a ti”</span><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt;"><o:p></o:p></span></div>
</div>
Efehttp://www.blogger.com/profile/07932636809878536260noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8787649933380981750.post-9892314125956181442012-02-22T01:22:00.002-08:002012-07-31T14:41:12.492-07:00cincuenta y cuatro<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div>
Menos mal que estoy loca, sino nunca te habría conocido.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Es demasiado pronto para escribirte, pero aunque el tiempo compartido no haya sido excesivo, cuenta lo suficiente como para incubar una historia casi tan larga como nuestra banda sonora.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Loca, como digo, de remate, diría la gente. En el fondo yo no lo creo tanto. Más bien creo que ya necesitaba ser Alejandra (y tú sabes lo que eso significa). La cuestión es que me apetecía escapar y llegaste justo en ese momento, invitándome a un plan algo descabellado que no pude más que aceptar.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Al día siguiente estaba contigo. "Podría haberte dejado tirada", efectivamente, "pudiste", pero no lo hiciste y algo antes ya me decía que no lo harías. En caso contrario no habría ido hasta "dondeCristoPerdióLaChancla" para conocerte.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Antes de conocerte ya te conocía y al conocerte de verdad lo confirmé. En alguna parte del mundo tenía que existir alguien (aparte de R y yoMisma) en cuya mente cupiesen a la vez Cash, Creedence, Luz Casal y Ella Fitzgerald, como ejemplos de buena música (mil perdones a todos los grandes que no nombro, porque entonces esto sería interminable). He tenido la suerte de encontrate y gracias a ello, mi fe en la humanidad no se ha terminado de disipar. </div>
<div>
<br /></div>
<div>
Tengo que entrar en materia porque sino no me quedaré tranquila. "En materia" digo, porque de esta conexión metafísica podría hablar infinidades, pero es que hasta tú, en persona, como tal, molas. "Cacho" abrazo que me diste nada más verme y monólogo que me soltaste de camino a tu casa (y yo con mi habitual jaqueca taladrándome el cerebro). Aun así te escuché, siempre tienes algo interesante que contarme. Al llegar a casa no podía faltar la música, y nada menos que del tocadiscos. Tendrás que perdonar a esta cabecita porque no se acuerda del disco que pusiste, solo se que me gustó, como toda la música que me pones. Así comenzó esa banda sonora interminable, infinita y eterna que por siempre nos acompañará.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
De pronto estábamos en tu sofá, arropados con una manta compartida, el disco se acabó y entonces del ordenador comenzaron a sonar más de catorce horas de música aleatoria. Se me antoja un abrazo, un beso cariñoso y un comienzo demasiado dulce para lo que en los días siguientes sucedería. Unas manos que me tocaron de forma tan repentina como deseada. Por supuesto me dejé tocar y entonces comenzó a sonar "Cigarettes" al son de tus labios en mi cintura. Tal placer recibí que no puede más que, entre gemidos, cantar a ratos una letra ya casi olvidada, y en tu cara esa sonrisa de pillo (aunque siendo honestos, yo lo llamaría más bien "vicio") que me volvía más loca todavía.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Parece ser que esto de la locura es algo contagioso, porque cuando me quise dar cuenta te tenía dentro, todo se había vuelto jugoso, resbaladizo y apetecible hasta tal punto de anular el hemisferio racional de mi cerebro que me decía "precauciones" (tengo que reconocer que con voz de R, siempre será mi conciencia en estas cosas, sabe que en el fondo soy una irresponsable). Como única opción posible el ritual continuó haciendo caso omiso de las recomendaciones de mi conciencia. La confianza se hizo patente cuando deslicé una mano hacia mi cintura mientras jugaba con la tuya, y entonces el placer se dejó venir en forma de contracciones y suspiros que acabaron por relajarme mientras a ti te producían el efecto contrario. Con el relax aumentó la humedad y para entonces tu respiración ya estaba junto a mi cuello y tu cintura sobre mi ombligo.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Ritual satánico debe ser, por ello arderemos eternamente en el infierno, cometiendo semejantes pecados capitales de los que derivan placeres tales que la cordura nos hacen alterar. Y ojalá así sea, lujuria eterna... tú, aquí... "uf" eternamente. Bendito infierno. Si es que ¿ves? hasta me dejas sin palabras. </div>
<div>
<br /></div>
<div>
No caeré en la recreación de cada momento (creo que sería otro interminable), sobre ello solo añadiré "más y mejor", y con la seguridad de que con la frecuencia mejorará (si es que es posible mejorarlo más aún). </div>
<div>
<br /></div>
<div>
Luego pasaron dos días más. Encerrados y sin necesidad de contacto con el mundo exterior. Tú, yo y la buena música fuimos más que suficientes. Ni siquiera 39º de fiebre (aunque no tuvieses termómetro, estoy segura de que llegué a alcanzarlos) fueron capaces de persuadirme de la salida al exterior en busca de una farmacia, como siempre digo y mantendré, el sexo es la mejor medicina. Y quedó demostrado, ni con el más fuerte de los medicamentos me hubiese sentido mejor al día siguiente.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Cuenca seguirá ahí y pronto la visitaremos, cuando mi salud decida portarse bien conmigo. Cuentas pendientes con terceras personas ya se saldarán, y para siempre sabes que mi casa (y mi cama especialmente) estará abierta para tí.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
De tu primer recuerdo me quedaré con esa sensación de no poder parar de reir, con toda la música, con tu sonrisa, con tu interés, con la sensación de ser yo, con la ilusión de San Pedro, con Libertad, conmigo misma, porque sabes que en el fondo contigo me encontré. En esta ocasión, palabras es lo que sobran. Cada momento, cada conversación contigo, lo deja todo escrito.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Sin más que añadir, firma: tu musa.</div>
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<br />
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<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/B6LDRa85soA?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<div style="text-align: right;">
<br /></div>
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</div>Efehttp://www.blogger.com/profile/07932636809878536260noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-8787649933380981750.post-46541275609468432382012-01-27T14:07:00.000-08:002013-08-20T05:25:51.741-07:00treinta y ocho<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
Un año, casi un año que no te veía. El mismo tiempo que llevaba sin un orgasmo de ese calibre. Tu flor sigue colgando de mi pared y tu recuerdo no se disipó por mucho tiempo que pasase. Demasiada intensidad para olvidarte. </div>
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<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
Una locura de noche con amigas que acabó en aquellas fiestas, bebiendo, cantando y bailando, todo en exceso. Una orquesta de pueblo al son de buena música y un grupo de chicos graciosillos que por allí andaban. </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
Inexorablemente tenía que conocerte. Fue la típica conversación circunstancial en la que analizas con tu mejor amiga a los chicos que tienes alrededor. Sus ojos siempre anda en jovenzuelos, los míos... te vieron a ti. </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
Nuestros gustos musicales hicieron el resto. Creo que siempre les agradecí (a la orquesta, digo) que tocasen Extremo en ese momento, si no hubiese sido por ese "Jesucristo García" que tanto nos emocionó, probablemente todo se hubiese quedado en "un chico simpático". Tanto nos emocionó a nosotras que nos fuimos delante a cantar como posesas a voz en grito (menuda ronquera al día siguiente) y lo siguiente que recuerdo es que me tenías cogida por el hombro, tu cara a dos centímetros de la mía y cantábamos los dos la misma canción. Creo que nunca recordé en qué momento pasé de estar cantando con Laura a tenerte TAN cerca.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
A partir de ese momento cada vez recuerdo menos. Recuerdo que seguimos hablando con vosotros, que de pronto fui consciente de que la orquesta hacía rato había dejado de sonar y que todo ese tiempo lo había pasado hablando contigo. Te acercaste demasiado, descarado y directo, como a mi me gusta y entonces la escusa fue traerme a casa. Se sucedieron una serie de intentos fallidos de sexo alcoholizado y al final simplemente hablamos. Hablamos muchas horas, en la misma puerta de casa, justo cuando me dejabas comenzamos una interminable conversación a la que tuve que poner fin porque tenía clase en un rato y necesitaba al menos una ducha de agua fría para aguantar las seis horas correspondientes. </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
No me creerás, pero ni siquiera se me pasó por la cabeza la posibilidad de que podrías llamarme. Si, nos dimos los teléfonos, como tantos otros que tengo en mi agenda de los que no recuerdo ni cara, ni lugar, ni noche... Pero tú lo hiciste, y al día siguiente (inaudito). Estaba en clase cuando me sorprendió tu llamada y te parecerá mentira, pero me dió un vuelco el corazón. Son estas cosas ñoñas que me dan a veces, en el fondo sabes que soy mujer. Me sacaste de clase y me tomé el resto libre. Hasta la siguiente. Solo tenía veinte minutos, pero no te importó, viniste hasta la uni y me escapé contigo, a hablar, claro, a seguir aquella conversación que menos de veinticuatro horas antes habíamos empezado, ya sobrios y yo avergonzada. </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
Volvimos a hablar, inevitablemente llegué media hora tarde a la siguiente clase, ¿cómo terminar una conversación contigo? nunca he sabido hacerlo, siempre nos cortan las obligaciones, si no fuese por éstas podríamos estar hablando hasta el fin de los tiempos. </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
Después volviste a llamar. Esta vez una mañana de sábado que yo no tenía (o no quería) mucho que hacer. En cualquier caso la opción de volver a verte se había convertido en la más cotizada por mis hormonas. En un rato apareciste y lo demás fue fantasía. </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
Ya hace tiempo de aquello y TAN buenos recuerdos de otras veces han borrado la exactitud de mi memoria. Recuerdo algo bonito, algo que en ese momento necesitaba, cariño, sin compromiso, pero cariño, y mucho deseo, un deseo que nos hacía arder y respirar profundo. </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
A partir de aquí mi memoria se difumina, siempre te he dicho que tengo memoria de pez, es verdad, por eso hago listas, por eso viste aquel archivo de mi ordenador en el que te escribí, porque puedo olvidar los momentos más importantes y recordar hasta el más insignificante, por eso los importantes siempre los escribo, es una forma de no olvidar. Pero aquella lista la perdí y en mi memoria ya no tengo todos tus momentos. Solo algunos que para mi fueron tus importantes (y si tú recuerdas alguno más estaré eternamente agradecida si me los cuentas).</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
El primero de ellos pasa por problemas, una mala racha, otra interminable conversación y una mañana tirados en la cama simplemente hablando. No recuerdo cuales eran, pero recuerdo que yo también los tenía, alguna lágrima solté y tu hombro estuvo ahí. El mío también para ti, como siempre lo ha estado y lo estará. </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
Me vas como en fascículos, y el siguiente habla de evasiones, de puntos y aparte, de irrealidades que nos hacen parecer un sueño. De escapar de la propia vida para tener un ratito de paz, de tranquilidad con alguien completamente ajeno a una vida cotidiana y rutinaria. De desahogo y risas. Habla también de más deseo, de lujuria desenfrenada que estalló en una ducha con agua hirviendo y cuerpos más ardientes. De juegos entre el agua, de besos húmedos y sensaciones resbaladizas, de un culito prieto (no puedo evitar hablar de tu culo... me encanta) que ¡ay! qué ganas de cogértelo me entran al acordarme. De una reflexión post-placer que nos dejó silenciosos, a mi al menos contemplando la posibilidad de no tener que volver a la </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
realidad.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<br /></div>
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Llegados a este punto mi memoria se enloquece y estremece al resto de mi cuerpo solo de pensarlo. AQUEL orgasmo. No recuerdo exactamente el día, ni el antes ni el después, ni tampoco porqué te dejé, pero menos mal que lo hice. De ese día solo retengo unos minutos que no sabes cuántos momentos de soledad han salvado. Y para colmo, después de un año sin verte, vas y lo repites. Un mordisco que te dejó marca más de una semana fue mi reacción la primera vez. Reacción producto de "guardar silencio" por respeto a mis compañeros, porque si no te hubiese mordido me habrían escuchado en Timbuktú. "Te odio" fue mi respuesta de ayer, y creo que esto tengo que explicártelo, porque no supe responderte cuando en ese momento me preguntaste. "Te odio" porque sí, porque me haces vulnerable, porque sabes mis puntos débiles, porque yo siempre tengo el control y contigo lo pierdo, porque te dejo hacer cosas que nunca, bajo ningún concepto concedo, porque me vuelves loca de verdad, porque se me va la olla contigo, porque soy yo, y yo en realidad nunca soy yo (pongo demasiado cuidado en no serlo), porque me conoces de verdad, porque eres un margen y yo te quiero en todas mis páginas, al margen, pero ahí, y se que no puedes estar porque tienes una vida y en el fondo yo también y solo somos puntos y aparte, aunque en realidad qué bien se viviría en esos apartes del mundo.</div>
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<br /></div>
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Luego guardo dos recuerdos más. Que realmente no los guardaba, más bien se me han dejado venir mientras te escribía, y creo que ambos son de la última vez que nos vimos (hace casi un año). El primero nos sitúa en mi cama, desnudos tras un no-sexo. Demasiadas cosas importantes de las que hablar, demasiadas miradas que compartir y caricias por ofrecer, excesivo cariño comparado con las primeras promesas que nos hicimos de "no te enamores de mí". Me pareciste un pretencioso cuando me lo dijiste, te dije que no lo haría y no lo hice, pero no puedo evitar quererte muchísimo y me permito tener la seguridad de que es recíproco. En esa cama crucé contigo miradas que hablaron más que muchas conversaciones, y finalmente una frase tuya lo tradujo: "¿porqué no te conocí hace unos años?". Cuán diferente hubiese sido todo, ¿no?</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
Un último recuerdo, y este si que tengo la certeza de que fue la ultima vez que te ví, porque lo sentí, y casi me dolió. Después de tantos buenos momentos no podías marcharte. Después de haber llamado justo al día siguiente nada más conocerme, no podías así, sin más, irte y no volver, y entonces te creí cuando me dijiste que iríamos el fin de semana a Segovia. Un año viéndonos exclusivamente en mi habitación y de pronto ¡a Segovia! pues sinceramente, me hubiese gustado. </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<br /></div>
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Al poco tiempo escuché en algún sitio que en Madrid, llevar a una chica a Segovia ha sido siempre la manera de "formalizar" una relación. No pude menos que sonreirme en ese momento. </div>
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<br /></div>
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¿Te imaginas?</div>
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<br /><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/2DpqV3joVOE?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<br /></div>
Efehttp://www.blogger.com/profile/07932636809878536260noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8787649933380981750.post-68604064803667409062011-09-07T13:27:00.000-07:002012-02-22T01:20:36.178-08:00treinta y siete<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
Desde el primer momento, un abrazo de los que tiempo ha no recibía.<br />
Segundos antes aparecía una silueta tras la esquina de un parque infantil venido a menos. Un cúmulo de inquietudes sobre la persona a conocer se acumulaban en mi mente. "Al menos está follable", pensaron mis hormonas al verle unos metros más cercano, ante la posibilidad de existencia nula de conversación interesante.<br />
<br />
Sonríe a pocos metros, abre la puerta del copiloto y tras un saludo con acento malagueño que (perdoname :D) no recuerdo exactamente, me suelta el abrazo más simpático que me han dado en mi vida. Y desde ese momento lo tuve claro: "no será uno de tantos".<br />
<br />
Una propuesta algo disparatada que resultó en unos cuantos kilómetros de más, unas escaleras larguisimas y una piscina sin acceso, acabó llevándonos al apartamento de la playa en el que llevaba todo el verano estudiando.<br />
- Tengo hambre<br />
- Sirvete<br />
<br />
Piña en lata fue el manjar elegido. En la terraza, frente una Málaga lejana iluminada, el sonido del mar cercano y acompañados por una brisa fresca de madrugada que se agradecía tras los días de sofocante calor, charlamos sin descanso.<br />
<br />
"Psicoanalista de poca monta sobrado de imaginación y con habilidades sociales especialmente desarrolladas, mas aun cuando a feminas concierne" escribía al día siguiente de conocerle en un borrador de mi móvil mientras iba en el autobús recordando los momentos compartidos. Reconozco, ahora con distancia y mayor conocimiento de su persona, que no es "de poca monta", imaginación desde luego no le falta y de sus habilidades sociales no me permito dudar.<br />
<br />
Por alguna extraña razón, me cautivó. Sin necesidad de conocerle. Le escuché, distraída, como siempre me ocurre con los charlatanes, pero consiguió llamar mi atención (y de qué manera). Comencé a escucharle y cada palabra que decía hablaba de mí, hablaba de mi pensamiento, ponía en palabras cosas que jamás había reconocido (sigo sin haberlo hecho) y de las que no había hablado con nadie, hablaba de mi Yo más oculto, de la personalidad que no muestro. Ante cada opinión, cada apunte, cada palabra, no podía más que asentir y darle una razón que no me atrevía a negarle, aun contando con el miedo interior de saber que podía llegar a perder el control sobre mi misma, sobre la información que le brindaban mis palabras.<br />
<br />
Asombrada y en cierto modo acongojada por esa oleada de sinceridad, de palabras elocuentes, me resigné, y me dejé perder el control (aun hoy día sigo sin tenerlo). Por una parte el miedo, por otra la libertad de entender que por una vez no hay que esconderse. Le regalé mi confianza y sigo confiando en que a pesar de saber que tiene el control, no lo utilizará.<br />
<br />
Entre tanta charla, toses de una bronquitis bien arraigada en su pecho y algún que otro cigarrillo (muy mal hecho por su parte), pasamos a indagar un poco más en su persona. Un artista, de la mente y del cuerpo, un Patrick Jane y un Banksy, un psicoanalista y un pintor que comenzó como aficionado a los graffitis y pronto tendrá su primera exposicion de lienzos. Unos cuadros polémicos (cuanto menos) producto de una denuncia social contra cualquier sistema y de una mente retorcidamente controvertida.<br />
<br />
Después una recomendación fílmica muy adecuada a su personalidad (Cashback), un protagonista que imitaba el repetitivo gesto de "crugir" las falanges de las manos, sendas señoritas semidesnudas retratadas con buena mano y una veneración hacia la desnudez femenina (y todo lo que a féminas concierne en general) que comparten personajes real e imaginario. Película que, por razones de restricciones de tiempo en internet que me sacan de quicio, no pudimos terminar de ver.<br />
<br />
En esa tesitura nos encontrábamos cuando fuimos a dormir. Dos camas, dos opciones. Dormir separados con una cama de metro y medio para cada uno, o compartir una de esas camas. Pregunté. Eligió. En el baño me puse una camiseta enorme a modo de pijama y volví a la habitación.<br />
<br />
Hablamos. Poco tiempo, y dormimos.<br />
<br />
Dormimos como dos personillas inocentes, como dos amigos que se conocen desde la infancia, como la cosa más normal del mundo, sin intención alguna.<br />
<br />
Una mano en mi espalda me desveló de un profundo sueño, no quise despertar, pero mis hormonas ya habían dejado de dormir. Esa mano se coló debajo de mi camiseta y su tacto me erizó la piel. Pasado un tiempo que me dió a entender alguna pretensión erótica, se giró, miró hacia el otro lado de la cama y me incitó a que lo abrazara.<br />
<br />
No pude evitar hacerle caso, sigo sin solucionar mi debilidad ante una espalda masculina. Me dieron ganas de acariciarle, de besarle el cuello, los hombros, de recorrer con la llema de mis dedos desde su cintura hasta la nuca, de pasar mis labios por su piel, de recorrerle con mi respiración. Y lo hice. Algo ya me decía que se mostraría receptivo, efectivamente. Gozó de mis caricias hasta tal punto de hacerme dudar si en algún momento se daría la vuelta, y finalmente lo hizo, se giró y nuestros labios casi se tocaron. Lo que comenzó como una simple casualidad se convirtió en un juego de acercamientos, de llegar pero no probar, de erotismo. Y a partir de ahí todo lo demás.<br />
<br />
"Llegar pero no probar", ahí estuvo la clave durante buena parte del juego. Caricias que recorrían todo su cuerpo, labios que le besaban el torso, la cintura, un pequeño destape y una respiración cercana al principio del placer que le hizo soltar un suspiro. Un destape definitivo y todo un momento de gozos bajo mi lengua terminaron con cosquilleos insoportables provocadores de sonrisas que no me permitieron aprovechar la esencia del presente.<br />
<br />
Pasó el placer y me relajé. Y al abrir los ojos se clavó en mi retina una imágen que si alguna vez olvido, será dentro de MUCHO tiempo. Una mirada imquietante, observadora, admiradora y dulce sobre mi desnudo, sobre mi cintura. A la distancia suficiente para percibir no más que su respiración y a la vez ver pasar todos esos pensamientos por su mirada. Me gustó observarle distraído, como sin contar con mi presencia, como si no le mirase. Una mano se acercó a mí, suspiré, me dejé disfrutar. Su lengua se acercó a mi, disfruté. Su mano se adentró en mí, disfruté. Sus sentidos gozaron más de mí, disfruté. Y cuando me dí cuenta, más temprano que tarde, más inesperado que lejado, de pronto esos escalofríos estaban recorriendo todo mi cuerpo, mis músculos estaban en tensión y mi espalda arqueada, mientras mis cuerdas vocales rezumaban sonidos guturales.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/gdi0F7xSPPE?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
</div>Efehttp://www.blogger.com/profile/07932636809878536260noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-8787649933380981750.post-51356762510452150822011-08-23T10:11:00.000-07:002011-08-23T10:11:22.758-07:00tres<p class="MsoNormal" style="text-align:justify">Cuatro años han pasado desde que ensucié las páginas de aquella libreta a rayas naranjas y blancas que usaba para proyectos y apuntes de conferencias. Le tenía sentado delante de mí, absorto en la charla de un tal Carlos “algo”, artista decían, y escribí: </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><i style="mso-bidi-font-style: normal">“v</i><span class="apple-style-span"><i style="mso-bidi-font-style:normal"><span style="mso-bidi-font-family:"Courier New"">iniendo de una persona tan abstracta para mi, aquel encuentro casual, relación puramente materialista y "temporal", si así se puede llamar a dos horas de una noche turbia en un lugar que ya queda lejos geográfica y temporalmente. <o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span class="apple-style-span"><i style="mso-bidi-font-style:normal"><span style="mso-bidi-font-family:"Courier New"">El recuerdo se desvanece y sin embargo la sensación permanece, y se reaviva cual cenizas que una vez fueron fuego, cada vez que se acerca, pasa, saluda o mira en la distancia y de un reojo muy bien disimulado pero intencionadamente sensual (aunque lo niegue). Sensaciones serpenteantes se acumulan en el fondo de mi estómago y no es hambre.<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span class="apple-style-span"><i style="mso-bidi-font-style:normal"><span style="mso-bidi-font-family:"Courier New"">Pero detrás de ESO, de lo nuestro, ese ALGO que aun sigo sin saber qué es, hay una persona, una persona que nunca se me ha mostrado, a la que no conozco y con la que a pesar de miradas, conversaciones y otro tipo de rituales a media luz, nunca he sabido conectar. Como si fueran dos diferentes, se me muestra ese frágil, maravilloso, con miradas lejanas y perdidas, que una vez se convirtieron en caricias hoy apenas olvidadas, y después desaparece, todo desaparece y se pierde y ya no es el mismo, cuando se interpone la sociedad en el camino, circunstancias, personas, el ruido... cambia, no es el mismo, ya ni siquiera me atrae como tal, queda lejana aquella transparente sensibilidad tan fácilmente perceptible en una simple mirada.<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span class="apple-style-span"><i style="mso-bidi-font-style:normal"><span style="mso-bidi-font-family:"Courier New"">Y ahí, lo que más duele, el no saber ni lo que siento, una acumulación de sensaciones, pensamientos, ¿sentimientos? ¡Ni yo misma se lo que es! Ahí duele, no saber qué significan esas serpentinas, aquello que me volvió tan loca como para, habiéndole hablado tres veces (a lo sumo, después de un año y medio que nos conocíamos), invitarle sin "aqué" a pasar una noche en mi habitación del hotel. ¿Pero qué coño es? ¿atracción? ¡POR SUPUESTO! pero es muy fácil sentirlo por un "morenodeojosazules" que se parece a Matt Dallas y con esos labios finos que ¡dios mío!¡¡cómo besan!! y como hacen otras cosas, porque joder ni con cuatro años de experiencia ha conseguido mi novio hacerme sentir lo que sentí cuando noté sus dedos dentro y su lengua y sus labios y ufff ¡TODO! haciéndome olvidar el mundo, y que mi compañero de habitación podía interrumpirnos en cualquier momento, pero en ese instante no me hubiera importado, era feliz, como si ni siguiera él existiera, sólo algo ahí abajo, haciéndome disfrutar y gemir hasta que casi todo el hotel (de cuarenta plantas) me escuchara. <o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span class="apple-style-span"><i style="mso-bidi-font-style:normal"><span style="mso-bidi-font-family:"Courier New"">Joder es inevitable sentir atracción por alguien así, además con tan óptimas facultades físicas y sexuales. Pero la cuestión no es lo que yo sienta por él, sino lo que él pueda sentir o no sentir por mí, porque está claro que algo hay, y ALGO en mayúsculas, metafísico (me resigno) pero algo. Ese algo que expresan sus miradas de reojo y que después desaparece, esos momentos, sensaciones, que aparte de sentir también capto, y con toda seguridad es recíproco. Todo desaparece, se cruza la gente, se vicia el aire, la sociedad, demasiadas miradas pendientes de todo lo que pasa, llamaría demasiado la atención que dos personas que casi ni se conocen, de pronto... no sé, ¿hablaran? y sigo sin saber qué siento. <o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span class="apple-style-span"><i style="mso-bidi-font-style:normal"><span style="mso-bidi-font-family:"Courier New"">Y lo peor es tener la sensación de que nunca lo voy a descubrir, porque no, porque se niega, se niega y se empeña y consigue negar la evidencia en su interior y aparentar y que nadie se dé cuenta y que todo sea "como si nada" y "desde lo más profundo de mi corazón" que desearía poder hacer lo mismo, evadirlo, no pensarlo y sobre todo, no sentirlo. No sentir eso que ni siquiera sé lo que es y me consume cada vez que me lo encuentro”.<o:p></o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span class="apple-style-span"><i style="mso-bidi-font-style:normal"><span style="mso-bidi-font-family:"Courier New""><o:p> </o:p></span></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span class="apple-style-span"><span style="mso-bidi-font-family:"Courier New"">Tan solo una semana después del furtivo encuentro en el hotel berlinés y ese día ni se dignó a saludarme, y con mi corazón a mil, mis rodillas temblando y mi cara de tonta, allí me quedé limitándome a devolverle sus insinuantes miradas y a guarrear las hojas de una libreta compadeciéndome de mi misma.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span class="apple-style-span"><span style="mso-bidi-font-family:"Courier New""><o:p> </o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span class="apple-style-span"><span style="mso-bidi-font-family:"Courier New"">Casi un año tuvo que pasar hasta que se decidiese a poner fin a aquella relación en la que yo había sido la causa de su infidelidad. Con otros quehaceres y caminos mentales y ni mucho menos pensando en él, me encontraba cuando me llamó. Miento, me escribió un mensaje informativo: lo habían dejado.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span class="apple-style-span"><span style="mso-bidi-font-family:"Courier New""><o:p> </o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span class="apple-style-span"><span style="mso-bidi-font-family:"Courier New"">Entonces se repitió. Esta vez mis “sentimientos” ya no eran tales y reducida la relación al placer, todo fue más ameno. Sexo, sin complicaciones, ni sentimientos, ni mensajitos del día siguiente.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span class="apple-style-span"><span style="mso-bidi-font-family:"Courier New""><o:p> </o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span class="apple-style-span"><span style="mso-bidi-font-family:"Courier New"">Volvimos a disfrutar de nuestros labios, volví a no necesitarle dentro, volvió a no necesitarme encima para conocer el placer. Nuestras bocas lo dijeron todo y no necesitamos más.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span class="apple-style-span"><span style="mso-bidi-font-family:"Courier New""><o:p> </o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span class="apple-style-span"><span style="mso-bidi-font-family:"Courier New"">Satisfechos regresamos a nuestras vidas y aclarado el tema de la ausencia de sentimientos, la relación se hizo más abierta. Por fin se dignaba a saludarme en público e incluso a mantener alguna que otra conversación banal. Yo mientras tanto feliz, e inevitablemente ilusionada. <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span class="apple-style-span"><span style="mso-bidi-font-family:"Courier New""><o:p> </o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span class="apple-style-span"><span style="mso-bidi-font-family:"Courier New"">Otro año más hasta que propuso un nuevo encuentro. Yo, ni lo dudé, como por instinto acepté y solo de pensar en esos labios, todo se humedeció. En su cama tuvimos tiempo y lo disfrutamos. Charlamos, también, un rato, menos del que le dedicamos al sexo, y luego continuamos. Nos relajamos y aquel día si nos necesitamos más cerca. Qué sensación al sentirle dentro, ardiendo, deseándome y abrazándome. Mis piernas abrazaban su cintura y todo mi cuerpo le deseaba más adentro.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span class="apple-style-span"><span style="mso-bidi-font-family:"Courier New""><o:p> </o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span class="apple-style-span"><span style="mso-bidi-font-family:"Courier New"">De nuevo la realidad nos reclamaba y cada uno atendió su vida. La mía, al poco tiempo, me trasladó a otra ciudad, perdiendo así la esperanza de todo contacto. Fue gracias a las nuevas tecnologías que lo mantuvimos (y de qué manera). Noches enteras ante el ordenador, conversaciones que nunca había pensado que podría tener con él, algún intercambio de fotos y web-cam que abrasaron cuerpos autocompasivos, en definitiva, el descubrimiento de ese al que no fui capaz de conocer en los primeros encuentros sexuales. <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span class="apple-style-span"><span style="mso-bidi-font-family:"Courier New""><o:p> </o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span class="apple-style-span"><span style="mso-bidi-font-family:"Courier New"">Aun así, dos años más fueron necesarios para poder coincidir en el mismo intervalo espacio-temporal. Durante este tiempo, el contacto nunca se perdió, pero las escasas visitas que hacía yo a la ciudad y el hecho de que las que hacía iban destinadas a mi familia, impidieron más encuentros. Hace un mes nos reencontramos, de nuevo en su casa, de nuevo nerviosa. Esta vez me hizo sentir más cómoda, dedicamos a la charla más tiempo que al sexo y saboreamos más placer que en otras ocasiones. Por lo visto dos años de experiencias a todos nos enseñan y si ya antes me resultaba deleitante, en esta ocasión es fácil imaginar los comentarios. <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span class="apple-style-span"><span style="mso-bidi-font-family:"Courier New""><o:p> </o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span class="apple-style-span"><span style="mso-bidi-font-family:"Courier New"">Hicimos gala de nuestras habilidades, me encantó verle disfrutar entre mis labios y no pude evitar despertar a algún vecino cuando hizo uso de sus últimos “aprendizajes”. Me atreví incluso a solicitar una postura que con gusto satisfizo y con tan gusto recibí. Gozamos largo rato de un sexo experimentado, sensual y placentero,<span style="mso-spacerun:yes"> </span>hasta que de nuevo nuestras vidas nos reclamaron. <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span class="apple-style-span"><span style="mso-bidi-font-family:"Courier New""><o:p> </o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span class="apple-style-span"><span style="mso-bidi-font-family:"Courier New"">Seguimos hablando, si no diariamente, al menos sí semanalmente por internet. Su sexualidad me sigue provocando mariposas en el estómago. Sus ojazos me siguen conmoviendo. Su esperma sigue conteniendo los genes más aptos de los conocidos hasta el momento para mi futura descendencia. Sus manos siguen humedeciéndome solo de pensar en ellas. Su intelecto sigue asombrándome. Y su manera de mirarme, de tocarme, de hablarme, de acariciarme, seguirá siempre pareciéndome diferente a la del resto del mundo.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span class="apple-style-span"><span style="mso-bidi-font-family:"Courier New""><o:p> </o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span class="apple-style-span"><span style="mso-bidi-font-family:"Courier New"">Nuestra “relación” no acaba aquí, seguirá habiendo placer, disfrute y sexo hasta que alguno de los dos encontremos pareja y decidamos ser fieles, y yo mientras tanto seguiré poniéndome nerviosa, seguirán temblándome las rodillas y seguirán acelerándose mis pulsaciones cada vez que volvamos a vernos.<o:p></o:p></span></span></p> <iframe width="425" height="344" src="http://www.youtube.com/embed/NMNgbISmF4I?fs=1" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>Efehttp://www.blogger.com/profile/07932636809878536260noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-8787649933380981750.post-18090840309956045522011-07-11T05:28:00.000-07:002012-02-22T01:20:54.745-08:00cincuenta<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">No puedo negar que me entristece saber que no volveré a verle. No ha sido una historia de amor, ha sido más bien un encuentro fugaz, liviano y poco significativo. Pero supongo que es inevitable sentir esta tristeza ante la idea de que lo más probable es que no vuelvas a ver a esa persona en tu vida.</span></div>
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<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Gracias a mi carácter le conocí. Una larga noche de amigos, le vi y me gustó. Salimos cuando cerraban y le reconocí sentado en una acera con la cabeza sobre las rodillas. Me acerqué, demasiado borracho, yo demasiado sobria. Me vi arrastrada por mis amigas a un coche que nos llevaba a algún lugar cuando de pronto me harté, abrí la puerta aun en marcha, frenó y me bajé.</span></div>
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<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Se alejaba el coche con mis borrachas amigas y varios desconocidos masculinos, cuando me decidí a ir a casa, en ese momento pensé: ¿seguirá allí? Tomé el camino largo que pasa por la puerta del garito en el que le había encontrado. Efectivamente, seguía allí. Sentado en el mismo rincón de la acera, con la cabeza en las rodillas y el botellín de agua que antes le había ofrecido, ahora vacío ante él.</span></div>
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<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
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<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Me senté a su lado, le miré un momento y creo que no fue consciente de mi presencia hasta que le hablé. Me miró con unas ojeras gris profundo que gritaban “necesito morirme”. Hubo un intento de conversación en el que me dio las gracias por el agua, le ayudé a levantarse y decidí acompañarle a casa (creo que él solo no hubiese llegado). Resultó que el tiempo no había causado tantos estragos en mi inglés como yo pensaba, pues fue una larga conversación hasta llegar a su casa, según me dijo estando aun en aquella acera “around”, con perdón “los cojones”, casi media hora andando.</span></div>
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<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Llegados a su puerta me preguntó lo que supongo que era inevitable, mis intenciones. La verdad es que cuando volví para ver si estaba aun allí, solo lo hice por preocupación, le había visto demasiado mal, pero ya que me brindaba la oportunidad, ¿por qué no aprovecharla? Me invitó a subir, hablamos y estuvo de acuerdo conmigo en que no era el mejor momento. Intercambiamos números de teléfono y nos despedimos con un típico “te llamaré”.</span></div>
</div>
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<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br />
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<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Tres días después, a las una de la madrugada me despertó una llamada. Era él. A las dos nos vimos, unas cervezas relajaron la tensión y la conversación fluyó, a veces con dificultades de vocabulario, pero con gracia. Dos horas y varias cervezas más tarde nos cerraron el local y esta vez yo no dije nada. Preguntó si podíamos ir a mi casa. Compartimos allí una botella de lambrusco y gustos musicales buscados en el portátil que hacía un rato me había bajado. El vinito caldeó el ambiente, el aparato se quedó sin batería y durante un momento se hizo un silencio incómodo sin música y sin conversación. Habló, y nada menos que para preguntarme ¿qué quería? Osado, y además dejándome la responsabilidad de la decisión a mí, a una señorita. Mi contestación: “cuando te vi, sexo, después de haber pasado toda la noche contigo, no siento que haya atracción sexual”. Su contestación: “podemos probar”. De modo que me besó. No fue nada romántico, ni sentimental, ni siquiera está entre los mejores besos que me hayan dado, pero simplemente sucedió.</span></div>
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<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br />
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<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Estaba amaneciendo cuando subimos a mi habitación y esta parte no me atreveré a menospreciarla. Adivinó mis primeras intenciones de dominar, pero no me dejó. “Just relax” fueron sus palabras. Me tumbó boca arriba y me desnudó con una sutileza que no esperaba. Coló su mano entre mis piernas mientras su lengua jugueteaba con la mía. En ocasiones acercaba su cintura y se adentraba, luego jugaba con la punta en mi humedad y volvía a entrar, cesaba y sus manos volvían a tocarme, a veces acompañadas por una lengua fina y juguetona.</span></div>
</div>
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<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
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<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">En todo momento hubo alguna parte de su cuerpo en contacto con el mío. Jugó con mis sensaciones, entró entero, mis tobillos en sus hombros, nuestros labios besándose y las cinturas al unísono. “Cheeky girl”, su comentario.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
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<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Se echó a mi lado y me abrazó. Casi empezábamos a dormirnos cuando, estando en cucharita, me empezó a acariciar el pecho y le volví a notar abajo. Esta vez se limitó a entrar, fácil, ligero, suave, mojado. Todo más intenso, el pulso acelerado, la respiración ahogada y algún tirón de pelo.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
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<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Esa mañana tuve que despedirle porque otros compromisos requerían mi atención en unas horas.</span></div>
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<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
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<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Dos semanas más tarde, mismo día de la semana, misma hora de la madrugada, misma llamada, diferente plan. Esta vez las cervezas comenzaron directamente en casa. Nos tiramos en el suelo de la terraza al fresquito de la madrugada y a la luz del portátil en el que después de otra serie de recomendaciones musicales, acabamos poniendo la misma música de la vez anterior. Bebimos cerveza y fumamos sustancias no muy legales, conversamos y descubrimos historias personales. Resultó que mi londinense amante cuenta dos vástagos. Quise indagar más en el asunto, pero no me lo permitió.</span></div>
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<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br />
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<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Esta vez no hubo lugar para agotar la batería. Propuso subir a la habitación y yo no me negué. Se repitió un ritual similar al anterior y pude invitarle a dormir. “Cheeky girl”, repitió.</span></div>
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<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
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<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">El siguiente mensaje lo envié yo. En cuatro días dejo Madrid y me vuelvo a casa hasta Septiembre. Cuando yo vuelva, él ya no estará aquí, por lo que propuse una despedida. Esa misma noche me llamó y de nuevo nos vimos en casa. Repetimos plan, salimos a la terraza, bebimos y fumamos, esta vez sin ordenador. Estaba cansado, dijo, le persuadí de que si subíamos se activaría. Subimos a la habitación y por fin me dejó hacer. Aproveché su cansancio para hacerle disfrutar. Me dejó besarle, desnudarle, acariciarle todo el cuerpo, y empecé a notar los efectos de mis caricias. Se rindió bajo mi lengua, mis labios y mis manos en su cintura. “Cheeky girl”.</span></div>
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<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br />
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<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Tumbados uno junto al otro, de nuevo a punto de dormir, comenzó a hablar: “cuando era niño, soñaba que era guerrero en un reino fantástico, cosas de críos, pero siempre había una chica, se llamaba como tú, en el momento que me dijiste tu nombre, eso fue lo primero que pensé”. Se hizo un silencio tras esta confesión, no supe qué contestar, me pareció precioso, y por otra parte raro, porque no era ese el tipo de “relación” que habíamos establecido.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
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<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Los tiempos han cambiado, quizás esa es la forma que tenemos ahora de decir que “algo” podría ser especial. Aunque me cuesta, quiero creer en el amor, tal vez este tipo de historias que acabarán siendo insignificantes, sean las que terminen por abrirme los ojos. Por el momento sigo sin renunciar al sexo.</span></div>
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<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
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<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">A la mañana siguiente, la despedida. Nos despertamos poco antes de la hora a la que él había quedado con su hermana. Se comenzó a vestir con la intención de llegar a tiempo por una vez en su vida (es bastante impuntual), pero no pude resistirme a entretenerle un ratito más. Me miró, me dijo que parecía triste. No era tristeza, al menos no en ese momento. “MorningSex”, eso pensaba y eso le dije. “Cheeky girl”, y repetimos. Repetimos esta vez como el primer día, jugando, con sus dedos, con su cintura, pero aun sabiendo que quizás no tardase mucho, mi instinto me hizo soltar un “fuck me” que le hizo enloquecer y entrar hasta el fondo mientras me cogía el pecho. Efectivamente, no duró demasiado, pero como un caballero, continuó. Esta vez esas manos hicieron maravillas, o tal vez esta vez yo estaba más excitada, pero madre mía, qué manos, qué dedos, acariciaban y entraban y salían y justo llegaban a dónde él sabía que tenían que llegar, la tensión empezó en los muslos y poco a poco los escalofríos invadieron todo mi cuerpo haciéndome estremecer y disfrutar.</span></div>
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<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Luego se fue, nos dijimos adiós, un adiós incómodo, ¿qué se le dice a una persona a la que no volverás a ver? Todos los buenos deseos que puedas tener para esa persona son de por vida, un hasta luego no vale, solo vale un “adiós” y tal vez “cuídate” pueda ser apropiado. Se marchó y realmente casi no le conocí. Me dejó la bonita historia de su infancia, el “cheeky girl” que me decía y me encantaba, miradas e instantes fugaces que quizás significaron algo, y una banda sonora que cada vez que la oiga, inevitablemente me transportará a este verano.</span><br />
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: medium;"></span><iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="295" src="http://www.youtube.com/embed/2EIeUlvHAiM?fs=1" width="480"></iframe></div>
</div>Efehttp://www.blogger.com/profile/07932636809878536260noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-8787649933380981750.post-51853258871929935802011-07-05T12:47:00.000-07:002011-07-05T12:48:54.784-07:00uno<div style="text-align: justify;">Catorce años, instituto, inseguridad, vulnerabilidad, baja autoestima, instinto sexual sobredesarrollado para esa edad, chico de veintidos años, moreno, ojos verdes, macarra, anti-sistema, con labia y filia por las demasiado jovencitas para su edad. Viviendo en un pueblo de mil habitantes en el que todos se conocían y no encontraba afinidades a su inteligencia, así acabó la tonta de mí con este personajo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Personajo como digo, por no llamarle despojo humano, pero tampoco sería justo por mi parte cargarle con toda la culpa a él.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Comenzó la historia antes de que pudiese dar por finalizado lo que podría llamar "mi primer noviazgo". El pobre chico era encantador, sensible, guapo, pero de estos chicos guapos que no piensas "que buenorro que está" sino "oh! qué guapo es..." y pestañeas. Reconozco que este tipo de hombres a todas nos gustaría tenerlos como maridos y padres de nuestros hijos, pero a mis catorce años y mi avanzada promiscuidad, sinceramente me atraían más veintidos años morenazos macarras con ojos verdes y cara de "te voy a hacer mujer". Vamos, cosas de crias... algo completamente disparatado y sin sentido (hoy volvería a caer en el mismo error).</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El pobre "chico guapo" acabó mal, y lo peor es que yo tampoco acabé del todo bien.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Un amor secreto y lujurioso que se escondía en antros y cocheras abandonadas no auguraba nada bueno, y una de esas "noches de cochera" (para las cuales me escapaba a escondidas de casa) todo fue inevitable, insostenible, insoportablemente doloroso, asqueroso y forzado.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">A día de hoy sigo sin tener muy claro lo que sucedió exactamente y la verdad es que nunca he intentado recordarlo, me basta con la sensación que me produce el simple hecho de pensar en ello.</div><div><div style="text-align: justify;"><br />
</div></div>Efehttp://www.blogger.com/profile/07932636809878536260noreply@blogger.com0